Nuestra relación de por sí nunca fue fácil. Entre la distancia, la falta de privacidad, mi no-experiencia y tu sobra de, y lo muy diferentes que somos, no era para menos.
La comunicación, si bien no siempre, ha tenido sus bajas, y otros problemas a causa de esto suelen tocar la puerta y quedarse a dormir sin pedir permiso.
Pero lo que me gusta de nosotros es que seguimos acá, y por algo debe ser. Digo, no? Sabiendo que se nos complicó y sigue pasando, nunca nos rendimos, que ya es bastante.
Y muy a pesar de muchos, seguimos rompiendo esquemas, siempre de la mano.
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