viernes, 25 de diciembre de 2009

In-dentidad

"Sabemos que los griegos, responsables de algunas de las manifestaciones más bellas e importantes del arte y de la cultura de Occidente, tenían mucha estima por el teatro. Son famosas sus tragedias y comedias, y Sófocles y Aristófanes son nombres que todavía hoy resuenan con total pertinencia. También sabemos que por aquellos tiempos no existían los teatros tal cual hoy los conocemos. Las obras se representaban al aire libre, en grandes predios a los que concurrían muchísimos espectadores, y todos los actores llevaban puesta una máscara que amplificaba y distorcionaba sus voces a la vez que disimulaba sus identidades. Esa máscara, ese disfraz, llevaba un nombre que venía del latín y que etimológicamente significaba retumbar. Ese nombre era persona."
Fragmento del prólogo del libro de Gabriel Rolón, "Palabras cruzadas".

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