jueves, 16 de julio de 2009

Get the fuck off, you Nada!

Me di cuenta (capaz con un poco de ayudita) lo muy importante que es que pasen cosas. Como cuando una película nos aburre porque "no pasa nada" o un boliche es malísimo porque nunca hay nadie, una vida sin altos y bajos no tiene derecho a ser considerada vida.
Hace 2 semanas que estoy practicamente encerrada en casa, con un par de salidas esporádicas quizás, pero puedo decir, creo que sin equivocarme, que al menos un 90% de esas 2 semanas las pasé en mi pieza. Y por más que todo el mundo necesita un descanso alguna vez, este tipo de descanso, eterno, monónoto y sin movimiento, no tiene ninguna gracia.
Antes me quejaba porque quería escribir y no tenía tiempo. Al principio de estas pseudo-vacaciones pensé que iba a ser una muy buena oportunidad para pensar y escribir, total, tenía todo el tiempo del mundo. Pero me fui dando cuenta que empecé a quejarme porque no sabía sobre que escribir. Obvio, de que voy a escribir si no pasa naranja? Nada nuevo por aquí, nada nuevo por allá, nada nuevo bajo el sol ni bajo la alfombra ni bajo mi nariz, NADA.
La nada misma, tocó a mi puerta y me dijo que venía a traerme un paquete, y yo muy feliz acepté :)
Bueno, señores, yo a partir de haberlo abierto (y de haber descubierto en su interior una bellísima cantidad de aburrimiento, sueño, hambre y soledad) recomiendo no abrirle la puerta a la nada, porque es un bonito camino de ida. En un mundo de caramelos sería un boleto de ida al dentista, en un mundo de standard nerds sería regalarles una pelota de futbol (?) y en un mundo de hormigas sería un nene jugando con una lupa, o un ama de casa echando Raid.
Así es, señores, como me encontré con la nada, y se metió en mi cabeza negandome la posibilidad de escribir un post. Y así fue también como descubrí que si la gente no me manda, menos me va a mandar el vacío. De todo puede salir un post o una reflexión, incluso de lo malo (como dice mi escrito anterior).
Esta vez, no puedo afirmar que "me encanta" que me pasen cosas malas, pero sí que tienen su utilidad. Como cuando quiero escribir (o simplemente me sale).

Siempre creí y afirmé que me gusta no hacer nada, que me gusta dormir, tirarme a descansar, comer helado y mirar el techo, y 2 semanas me bastaron para completar una teoría que venía armando hace tiempo: no soy un bicho de casa, no quiero paredes ni techo, no me sirven, me enloquece estar metida acá. Y que no pase NADA. Por favor conectate, decime algo lindo o lo peor que se te ocurra, haceme reir muchísimo o llorar por días. No escribo especificamente dedicado a nadie, pero sé que "vos", la persona a la que se refiere la frase anterior (muchas veces como persona abstracta más que específica, más como el puesto que como quien lo ocupa) suele mover mi mundo y con dos palabras, hace desaparecer esa nada. Me tiene pensando, me hace mover, hacer cosas para olvidarme, o para acordarme más.
Una noticia, por más mala que sea, siempre que sea reversible va a ser bienvenida. Un plan, un llamado, un pedido, cualquier cosa. Sé que ahí es cuando entran ellos y me salvan de ésta una vez más :)

Seguiría escribiendo pero ya no sé por donde voy, acabo de recuperar en 3 minutos lo que no pensé en 2 semanas, creo que extrañaba prender la lamparita. (Ya entendí, el velador era una señal).
Gracias.

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